Reconozco que el gol de Canales me paralizó, observaba el partido del
colo con mi viejo en la tv cuando faltando solo un minuto la pantalla se
dividía en dos y mostraba al nacional celebrando. En ese momento no me salían
las palabras, veía el partido de pie con mis manos entrelazadas atrás de mi
nuca mordiendo el cuello de mi camiseta alba y de los gritos pasamos al
silencio total.
Daban 6 minutos de descuento en playa ancha, pero no se me pasó nunca
por la mente que podía ocurrir un milagro. Para colmo llegaron los goles caturros
que nos hacían caer nocaut en la lona.
Finaliza el encuentro y cambio la tv, estaban dando un partido de Polo.
Nunca en mi vida había visto un partido de Polo y esta vez lo hacíamos junto a
mi viejo concentrados, como tratando de olvidar lo acontecido hace minutos y
haciendo oídos sordos a los bocinazos que se escuchaban a lo lejos.
Al rato ya comentábamos lo mal que se jugó en Valparaíso, el maldito
viento del primer tiempo, el protagonismo excesivo de Gamboa llenándonos de amarillas,
lo diezmado que entró Paredes, el nivel de Maldonado, de la suerte que tuvieron
los chunchos y el penal que ni siquiera vimos repetido y de lo demás que estuvo
el segundo gol de Wanderers. Le doy un abrazo a mi viejo y le digo “Hicimos lo
que pudimos”, me responde “Estuvo bonito el campeonato”.
Son las 11:45 de la noche y aún escucho algunos bocinazos que me
llevan nuevamente a las 6 de la tarde de este día sábado 6 de diciembre.
Analizando fríamente el partido del Colo, creo que Wanderers nos ganó bien. El
primer tiempo fueron claros dominadores del juego, Ormeño se pegó como lapa a
Pajarito Valdés y el equipo no era capaz de dar 3 pases seguidos. En el segundo
tiempo cuando vi que Paredes ingresaba dije “La primera que toque, será gol”,
lamentablemente el gol lo gritaban primero en Santiago y fue ahí cuando supe
que perdíamos el campeonato.
Pese al mal partido que se hizo en Playa Ancha, no tengo absolutamente
nada que reprocharle a mi querido colo colo. Que le puedo decir a Tito Tapia,
si su equipo fue el más regular del 2014, obtuvo la 30, fue la valla menos
batida, tuvo al goleador de ambos campeonatos y luchó hasta el final por la 31
pese a tener un plantel cortísimo. No se puede decir nada ante el gran torneo
de Pajarito Valdés, la regularidad de Fierro por la banda derecha y del
esfuerzo de Paredes que jugó los últimos encuentros infiltrado. Como hinchas no
debemos olvidar la paternidad contra la u en Pedreros y que fuimos el único equipo
que los derrotó, el golazo de Pajarito contra la uc, el partidazo de Villar en
el Salvador, las desfachateces de Flores para hacer expulsar a rivales y crear
situaciones de gol, el gol de Vecchio contra Audax cuando nos daban por
muertos, etc.
No se pueden olvidar esos pequeños momentos de alegría y lucha que
mostró este equipo, que pese a perder en Valparaíso se puede retirar de la
cancha con la vista al frente. Tal como Paredes que se fue de la cancha besando
la insignia de su camiseta número 30.
Fuimos protagonistas de un hermoso campeonato junto a azules y porteños, se le dio frescura y emociones que no se sentían hace años en un
torneo local. Vibrante y apasionante hasta el último minuto de partido. La
verdad es que cualquiera de los tres hubiese sido un merecido campeón.
Con la frente en alto me siento orgulloso de ser colocolino y ya desde
mañana empezaré a pensar en cómo afrontaremos la copa libertadores, la nueva
lucha por la 31 y en los posibles refuerzos para el 2015. Lo único claro y
cierto es que pase lo que pase ahí estaré semana a semana alentando al equipo
de mis amores como si fuera la primera vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario